domingo, 22 de diciembre de 2013

¿Para qué bajar de las nubes, si aquí tienes mejores vistas?

Pasaban los días y ella seguía bloqueada. Con dos cafés en la mesilla y tirándose de los pelos cada dos minutos, no se podía explicar en qué momento acabó todo, en qué momento se esfumaron todas las mariposas que revoloteaban en su cabeza. Y por qué, quién acabó con todo eso, con toda la magia. Pasó de ser la fan nº 1 de pelis románticas a tener pura repugnancia hacía ello. Ella buscaba otro lugar muy diferente, un mundo sin hipocresía, sin daños, sin envidia, sin nadie en general...desaparecer. Ya no entendía en qué momento el le dijo que le quería, y que lo sentía y en qué momento lo aceptó. Ya no se fiaba de nadie, dudaba incluso de la amistad... Alrededor, el mundo iba demasiado deprisa, cuando ella seguía en pause. ¿Para qué bajar de las nubes, si aquí tienes mejores vistas? Se repetía una y otra vez a sí misma, engañándose con sus sueños e ilusiones que durarían poco más que dos meses. Y todo seguía yendo demasiado deprisa, tan deprisa que no le dejaba pararse a pensar, a ver la realidad, o a poder evitarla en condiciones. ¿Y si esto ya estuviera escrito? Se preguntó un día. irónico, ya hay que ser hijo de puta. Ella, insegura pero confiada, tenía todo bajo sus pies, pero en realidad no tenía nada. O quién sabe.

http://www.youtube.com/watch?v=ktvTqknDobU&hd=1

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